Piso Laminado

Los pisos laminados esta compuesto de un Tablero HDF de alta densidad de fibra de madera hidrófugo, dependiendo del fabricante el tablero puede ser más resistente que otro. Algunos fabricantes no usan HDF en su tablero sino MDF, tablero de media densidad. Papel decorativo, es el papel que imita a la madera o al color deseado. Capa de melamina, dependiendo del fabricante esta puede ser más o menos resistente. Una melamina de resistencia AC4 de un fabricante A no es igual de resistente que una melamina de un fabricante B. Contra balanceo, algunos fabricantes utilizan un papel de contrabalanceo para evitar torsión en el tablero.


Debido a que el laminado sintético puede presentar muy diversas propiedades según el fabricante, los suelos se clasifican en cinco calidades según la norma EN 13329.1 Estas categorías son el resultado de un test de abrasión, donde una máquina somete al suelo a una serie de frotados con una rueda de papel de lija, hasta que el dibujo decorativo pierde su apariencia original, es decir, el test se hace hasta que el decorativo desaparece (se vuelve blanco). Ejemplo: Si utilizamos un AC4 o AC5 de un fabricante A y hacemos un test de abrasión puede quedarse blanco antes que un AC4 o AC5 de un fabricante B. No se recomienda tener en consideración el test AC como único factor para la elección de un suelo laminado.


Según el número de vueltas soportadas, la resistencia de la melamina o capa de uso es:

AC1 (más de 900 vueltas)     

AC2 (más de 1.800 vueltas)                                                               

AC3 (más de 2.500 vueltas)  

AC4 (más de 4.000 vueltas)                                                              

AC5 (más de 6.500 vueltas)  

AC6 (más de 8.500 vueltas)

Actualmente, los pavimentos laminados o sintéticos, se clasifican por clases de uso, no por resistencia AC ya que presta confusión. Las clasificaciones actuales no tienen semejanza con las anteriores, ya que no siguen un criterio de resistencia - uso. Un fabricante puede marcar AC4 con una clase 31 y eso es incorrecto. Lo que sí tenemos que ver en la ficha técnica del material es la resistencia AC asociada a la clase de uso, para que exista coherencia y concordancia, pero no es condicional (el AC) para saber si un material es más resistente que otro, ya que influyen más factores, de ahí que la mayoría de fabricantes sólo marquen los paquetes con las clases de uso. Ejemplo: Un AC4 de un fabricante A no tiene nada que ver con un AC4 de un fabricante B. Hoy en día hay fabricantes que clasifican con AC5 y su clase de uso es inferior a Clase 32, por lo cual, confunden al cliente final.

Por tanto podemos afirmar que un suelo laminado AC6 aporta una resistencia adicional al desgaste. Lo cual es muy interesante para lugares donde el tráfico de personas es extremo. Es muy fácil de ver si tenemos en cuenta que un suelo AC3 es suficiente para una casa con un uso considerable y que un AC4 cumple con todos los requisitos para uso en zonas comerciales.

Las clasificaciones actuales usadas para los pavimentos laminados flotantes son: 

Clase 31 - Para uso doméstico intensivo - comercial moderado.

Clase 32 - Para uso doméstico intensivo - comercial normal.

Clase 33 - Para uso doméstico intensivo - comercial intensivo.

Es importante a la hora de adquirir este material desde un punto de venta profesional, revisar el sistema de anclaje de las piezas (no todos los clics son iguales), ya que es el punto más débil del material. De la calidad del anclaje dependerá en mayor medida, el aspecto estético, ya que las juntas abiertas se aprecian con facilidad.


La resistencia a las manchas, químicos comunes y sol, son valores a tener en cuenta. 

El grosor y tablero hidrófugo, son importantes para la estabilidad dimensional del material, así como de su comportamiento frente a la humedad y al agua. Un material de baja calidad, tenderá a combarse frente a la presencia de humedad o pequeña presión. Es importante conocer la densidad del tablero. Un tablero de 7 mm puede ser más estable y más duro que uno de 8 mm. Depende del fabricante.

El grosor, de 7 hasta 12 mm y la densidad del tablero (kg/m³), son importantes a la hora de elegir un buen material, ya que aguanta mejor torsiones y humedad, en función de estos factores.

Con el consejo de un profesional vendedor o un instalador, puede conseguir la mejor relación calidad-precio para sus necesidades, ya que hay un gran mercado y es difícil escoger con seguridad.